Pronunciado: El 21 de diciembre de 1996, en el contexto de la
toma por el MRTA de la residencia del embajador de Japón en Lima.
Publicado por vez primera: Transmitido radialmente el
21 de diciembre de 1996, texto publicado en el diario El Comercio del 22 de
diciembre de 1996.
Fuente de esta transcripción: Revista QueHacer (DESCO,
Lima - Perú), No. 105, enero-febrero 1997.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 2025.
«Si me está copiando (escuchando), yo quería aprovechar la oportunidad -le habla Néstor Cerpa, de la Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru- para dirigirme a los familiares de las personas que se encuentran retenidas por nuestra organización aquí en la residencia del Japón. Queríamos señalarles, ante una serie de preocupaciones lógicas que nosotros venimos escuchando de las familias, que tenemos claro que hay una serie, una gran cantidad de personas acá, que no están justamente vinculadas a la política de gobierno.»
«Nosotros hemos venido liberando paulatinamente a muchos de ellos y lo que estamos haciendo a estas horas con ellos es tratando de explicarles los objetivos de nuestra lucha, por qué nos hemos visto precisados a tomar esta medida extrema, cosa que no se nos ha permitido nunca...»
«Creo que muchas de esas personas van yéndose con una idea diferente de lo que es el MRTA, van yéndose con una idea diferente, que se trata efectivamente de luchadores sociales, que esta situación de violencia política que hubo en nuestra patria es producto de las situaciones de injusticia. ...... »
«... y los familiares, tengan la plena seguridad que por nuestra parte, dentro de esta situación tan difícil, por cierto, que nosotros vamos a seguir liberando a sus familias. No tenemos ningún problema con ellos, y vamos a ir, en las pr6ximas horas y días, liberando a la mayoría de ellos que no están vinculados al gobierno.»
«Pero también no nos quedamos ahí, y les decimos a las familias de las autoridades de gobierno que están acá, a las familias de los sectores altos mandos de las Fuerzas Policiales, Fuerzas Armadas, que el MRTA también se ha caracterizado por su política de respetar la dignidad humana y en esas condiciones no tienen también que preocuparse de que nosotros les podamos estar haciendo una agresión física o psicol6gica. La liberación de ellos, eso sí, tenemos que reiterarlo, depende ya de la actitud que el gobierno tome y que escuche nuestras peticiones, que tengan necesariamente que ser vistas en un marco que ya hemos señalado, de una solución que puede ser integral, incluso de la violencia política, pero que pasa por también liberar a nuestros compañeros que están detenidos, que también tienen familia, que también tienen niños y que no pueden hace mucho tiempo ver a sus padres o a sus madres, y que también sufren psicológicamente todo este problema.»
«Y entonces ha tenido que suceder esto para que pueda salir este drama, de que pueda incluso señalarse de uno y otro lado. Entonces, si queremos que esto pueda terminar de alguna manera, pues es el momento. Es el momento en que de parte del gobierno haya una voluntad para esto. Que se deje de lado ese ensañamiento -como hemos repetido varias veces- hacia los compañeros detenidos. Creo que así podemos hablar de la posibilidad de una verdadera paz, de una paz con justicia social. En eso nosotros tenemos toda esa enorme voluntad.
Si todo marcha bien en ese proceso, Iógicamente puede llegar la etapa final, que es la que usted señala. Pero eso, sin duda, tiene todavía una serie de etapas que tienen que cumplirse.»
(El periodista le pide conversar con el vocal de la Corte Suprema, Carlos Giusti. Se le responde que él está alejado, por lo que se reanuda el diálogo con Tudela[1]. Después termina la comunicación).
«Entonces vuelvo a repetir que a los señores, que son la gran mayoría, que no tienen ninguna vinculación con el gobierno, los iremos liberando paulatinamente. Y a los sectores que están vinculados con los actos de gobierno, dentro de nuestras posibilidades los iremos tratando con las mejores condiciones y su liberación ya únicamente depended de la voluntad del go-bierno para llegar a una solución, que pueda quizás... que marque un hito histórico en la vida política del país.»
(El periodista, Alamo Pérez Luna, conversa con el canciller Francisco Tudela y después con el embajador del Japón Morihisa Aoki. Luego se le pregunta a Cerpa si estaría dispuesto a deponer las armas e integrarse a la vida civil).
«Lo que nosotros estamos planteando como primera medida es la liberación de los compañeros detenidos. Creo que el proceso de un acuerdo de paz tiene diversas etapas y nosotros ninguna de esas etapas la estamos negando.»
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[1] Francisco Tudela, Ministro de Relaciones Exteriores del Perú.