Fuente: "Cuestionario a dirigentes de izquierda",
revista QueHacer (DESCO: Lima - Perú), No. 2, Nov.-Dic. 1979, páginas 4,
10-12.
Publicado en marxists.org: Diciembre de 2025.
Ante la coyuntura eleccionaria que se avecina, hemos querido conocer que proponen las diversas fuerzas políticas de izquierda, sobre problemas de vital interés para nuestro pueblo. Con tal objeto, preparamos un cuestionario que fue sometido a la consideración de los Sres. Alfonso Barrantes (UDP), Hugo Blanco (PRT), Rolando Breña (UNIR), Genaro Ledesma (FOCEP), Jorge Del Prado (PCP) y Leónidas Rodríguez Figueroa (PSR). […] El cuestionario presentado es el siguiente:
Cuáles son sus propuestas programáticas y como plantea implementarlas frente:
a) al problema de la salud;
b) al problema del empleo;
c) al problema de la alimentación;
d) la Deuda Externa;
e) la inversión extranjera.
[…]
El 7o. Congreso del Partido Comunista Peruano, de noviembre último, aprobó su Programa de Gobierno, el Análisis de la Realidad Nacional y las Resoluciones Políticas. En estos documentos sostenemos que el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, es uno de los objetivos prioritarios e inamovibles de la alternativa democrática en el país.
Contra lo que pretenden los voceros del gran capital, afirmamos que una justa política de salarios y precios, empleo, salud, alimentación, vivienda, educación y cultura, etc., no constituye un factor de agravamiento de la situación económica del país, sino todo lo contrario, porque implementados en el marco de una política económica dinámica y progresista, basada en la profundización de las transformaciones estructurales, se convierten en un poderoso factor de ampliación del mercado interno, de aliento de la actividad económica y de incremento de la producción. Esa es la experiencia histórica de los países socialistas.
LA SALUD
En el Peru es clamorosa la falta de atención a la salud. Existe una alta tasa de mortalidad, baja expectativa de vida (55 años), 70% de muertes por enfermedades infecto-contagiosas, creciente mortalidad infantil, sobre todo en el área rural, PP.JJ., etc. Estas cifras revelan que llevamos decenas de años y hasta siglos de atraso respecto a la atención de la salud.
En relación a la salud se impone:
1. Incremento sustancial del presupuesto para la construcción de hospitales, centros de salud y postas médicas en todo el país. Priorización de la atención materno-infantil. Prevención y profilaxis de enfermedades transmisibles.
2. Socialización de la medicina. Formación de profesionales médicos y paramédicos. Descentralización de los recursos humanos y ampliación de la cobertura sanitaria.
3. Nacionalización de la industria farmacéutica. Racionalización y mejoramiento de la calidad de los medicamentos básicos. Abaratamiento de las medicinas.
4. Nacionalización de los servicios sanitarios. Servicio único y gratuito de salud. Coordinación e integración de los servicios hospitalarios del Ministerio de Salud Pública y del Seguro Social.
5. Elevación de la instrucción sanitaria. Estímulo al deporte de masas, la educación física y recreación. Preservación del medio ambiente. Extensión de los servicios sanitarios a los PP. JJ. y el área rural. Drástica represión de la drogadicción.
6. Ampliación de la cobertura de la seguridad social a la familia del asegurado, los campe- sinos trabajadores independientes, artesanos, vendedores y profesionales. Incorporación efectiva de los trabajadores del hogar al Seguro. Elevación de las pensiones de vejez e invalidez y de la contribución patronal. Autogestión del Seguro Social. Implementación de unidades de atención médica primaria por las empresas públicas y privadas de más de 200 trabajadores.
PROBLEMA DEL EMPLEO
La crisis económica y la política implementada por el actual Gobierno, ha deteriorado trágicamente la situación ocupacional en el país. El año pasado, 2’742,272 personas estaban subempleadas, es decir, el 52% de la PEA; más de 326 mil (6.2%) totalmente desocupados y solo 2'204,000, o sea el 41.8% tenían trabajo estable.
Esta es una de las manifestaciones más graves y características de la crisis de estructura, de la crisis general de la dependencia y de la dominación imperialista y oligárquica.
En relación al empleo planteamos:
1. Como medida de emergencia, la ejecución de obras de infraestructura económica y social. Derogatoria del D.L. 22126 y garantía de la estabilidad laboral. Reposición de los despedidos. Derogatoria de los decretos de emergencia sindical. Respeto del derecho de huelga y de negociación colectiva, etc.
2. Desarrollo económico independiente. Control obrero. Reconversión urgente de las empresas en dificultades.
3. Liquidación del dominio y control de los monopolios, desarrollo económico planificado y descentralizado. Reconstrucción revolucionaria del país.
PROBLEMA DE LA ALIMENTACION
Hay hambre crónica en el país. Son muy altas las carencias nutricionales en la mayoría de la población. El 52% de las familias no cubren ni el 90% de sus necesidades de calorías, el 35% de las mismas tampoco cubren sus requerimientos proteínicos mínimos, etc. La niñez es el grupo poblacional más vulnerable. Cerca del 50% de las defunciones en 1972 eran niños menores de 5 años. El 57% de estos por desnutrición.
Ahora, la pauperización es masiva y creciente. La crisis económica y la política implementada favorece una distribución funcional del ingreso en favor de los capitalistas, en detrimento de los trabajadores.
Planteamos medidas de emergencia:
1. Aumento sustancial de los sueldos y salarios, bonificaciones y pensiones, por lo menos al nivel del costo de vida. Salarios mínimos y vitales. Escala móvil, reajuste automático.
2. Control de precios a nivel de los monopolios. Comedores en los centros de trabajo.
3. Reestructuración del sistema tributario. Impuestos proporcionales al ingreso. Ampliación del gasto público en subsidios paira alimentos básicos, salud y educación.
4. Plan de desarrollo agropecuario, sobre todo de alimentos, profundización de la reforma agraria y desarrollo económico independiente, planificado y descentralizado.
LA DEUDA EXTERNA
La deuda pública externa es aplastante, su- pera la capacidad de pago del país. La deuda pública a mediano y largo plazo, a diciembre de 1978 sumaba 6,710.3 millones de dólares. De ese total 4,585.5 millones corresponde al Gobierno Central y Empresas Públicas. El 80% se debe a los bancos de países imperialistas. La deuda se incrementó principalmente en la Segunda Fase. Los servicios de la deuda externa pública ascendieron en 1978 a 972 millones de dólares (53% del valor de las exportaciones). Ese coeficiente subió al 67.8% en 1979.
La deuda externa descapitaliza al país. Los intereses y amortizaciones absorben gran parte del valor de nuestras exportaciones y del presupuesto nacional. Restringe las importaciones y es factor permanente del desequilibrio fiscal.
Planteamos:
1. Incrementar sustancialmente los ingresos fiscales mediante la eliminación de las exoneraciones, subsidios y liberaciones tributarias en favor del gran capital.
2. Movilización de recursos y energías internas para el incremento de la producción, sustituir importaciones y aumentar las exportaciones. Mejor uso de los convenios con los países socialistas y prudente utilización del crédito externo.
LA INVERSION EXTRANJERA
Este es otro canal de descapitalización del país. Es el factor más importante de la explotación imperialista. Entre 1968 y 1975, a pesar de las estatizaciones de la I PC, la Cerro, Marcona, la Grace, etc., la inversión extranjera acu- mulada aumento de 782 millones de dólares a 1,700. La inversión norteamericana se amplió en el cobre de Cuajone y en el petróleo. La Southern controla el 75% de la producción del cobre y la Occidental más del 50% del petróleo. La inversión acumulada de Estados Unidos asciende a 1,221 millones de dólares, en la minería (57.3%), petróleo (20.1%), industria (13.5%), comercio (5%).
En la industria, la inversión USA es de 166 millones de dólares y obtiene fabulosas ganancias en las ensambladoras, industria alimenticia (leche, harineras, conservadoras, alimentos balanceados, avícolas), industria química, metalurgia y metalmecánica.
Entre 1950 y 1971 el ingreso neto de capital yanqui fue de 371 millones de dólares. En ese mismo lapso se llevó 1,162 millones, lo que desmiente a los apologistas de la inversión extranjera.
Frente a la inversión extranjera sostenemos:
1. La rescisión de los contratos petroleros con la OXI y Belco y transferencia de sus operaciones a Petroperú. Desarrollo de la petroquímica.
2. En defensa de la economía popular, control estatal de los oligopolios de la industria alimenticia y farmacéutica.
3. Nacionalización de la Southern que explota Toquepala y Cuajone. Efectiva nacionalización de la siderurgia, metalurgia física no ferrosa, química básica, fertilizantes, cemento, papel. Nacionalización de la industria metalmecánica, del sistema financiero. Gestión democrática y pluralismo económico.