V. R. Haya de la Torre


A los jóvenes renovadores de Puno




Redactado: En mayo de 1923.
Publicación primera: Boletín Titikaka, mayo de 1928.
Fuente de esta transcripción: "Documento: Un mensaje de Haya a los jóvenes renovadores de Puno (Boletín Titikaka, mayo de 1928)", Indoamérica - Cuadernos del CEPA, No. 1: Aprismo histórico (Lima: Centro de Ediciones y Publicaciones Achawata, 2024), págs. 103-104.
Esta edición: Marxists Internet Archive, julio 2025.



 

 

Estoy seguro que sin comunicarnos directamente lo estamos, a pesar de todas las censuras, por la comunidad de propósitos. El pensamiento de las fuerzas renovadoras del Perú se ha unificado hasta convertirse en la más poderosa fuerza directora que hoy exista en el país. Estamos unidos por la misma inspiración y por los mismos propósitos. Nunca en la historia del Perú se ha producido un movimiento tan profundo y tan sólido como el que vemos surgir en estos momentos. Y este movimiento es obra de la juventud. Sobre todo, de la juventud provinciana.

Nuestra tarea histórica tendrá que cumplirse hasta el fin. Nuestras fuerzas están uniéndose y organizándose, disciplinándose y afirmándose. La hora de la acción se acerca. El Perú nuevo aparecerá en el primer grito de las falanges re novadoras formadas por la joven generación de trabajadores manuales e intelectuales que formará falanges invencibles. Mi primera palabra a los jóvenes de todos los rangos que militan en nuestras filas debe ser la del soldado que está listo a la lucha hasta el fin. La única recompensa posible a los largos años de destierro tiene que ser para mí el derecho a luchar hasta la muerte sobre el suelo del Perú por la libertad y por la justicia. Quiero volver a mi país no para gozar de la satisfacción del retorno tranquilo, sino para abrazarme con mis compañeros de ideal en los campos de lucha.

Creo que la hora se acerca. Creo también que América toda espera de nosotros que sepamos responder al imperativo de nuestro deber histórico. Estoy seguro también que el pueblo peruano anhela que sus vanguardias dejen oír sus primeras clarinadas anunciadoras de la jornada reivindicadora. La hora es hora de acción. Acción que debe ser primero agrupamiento, organización, disciplina, preparativo metódico de las fuerzas para la lucha. Y luego, la lucha misma. ¿Qué joven trabajador manual o intelectual nos negará su concurso? ¿Qué joven querrá llevar sobre sí la maldición de traidor y de cobarde? ¿Quién de los hombres nuevos no ambicionará para sí y para su generación el orgullo de llamarse soldado de la libertad?

Yo estoy seguro que mi llamamiento no se perderá en la in diferencia. Muchos escépticos se han dicho que nuestro país está perdido y que no habrá quien responda a un llamado al deber de reivindicar los derechos de un pueblo. “Os volverán la espalda”, me han dicho. Pero una voz recóndita me grita que lo más sincero, lo más digno, lo más digno, lo más capaz y valioso de la nación estará listo a cumplir su gran tarea de transformación y de justicia.

Los que nos sentimos capaces de llamarnos adelantados de la gran jornada debemos despertar y animar a los demás. Organicemos y disciplinemos los pelotones del nuevo ejercito civil de la libertad. Organicémoslos con los jóvenes mejor dispuestos a conquistar la gloria de llamarse los nuevos libertadores del Perú y de la América.

De los jóvenes de las ciudades y del campo puneños, vendrán seguramente las fuerzas de vanguardia.

 

Haya de la Torre

San Salvador